El regreso de vacaciones

El regreso de vacaciones ocasiona en muchas de nosotras sentimientos de tristeza. Regresar al trabajo, prepararse para iniciar clases, o volver a las actividades del hogar, puede ser un proceso traumático en el cual la persona experimenta irritabilidad, desmotivación, en casos extremos se ha comprobado que puede ocasionar estrés y depresión.

Aunque no se ha llegado a catalogar como un trastorno, psicólogos afirman que la mayoría de las personas lo padece, pues en vacaciones el cuerpo sufre un cambio físico y emocional, y se altera el ritmo de las actividades que la persona venía realizando durante casi un año.

Este cambio tiene efecto reparador en términos emocionales, ya que el descanso tiende a eliminar el estrés cotidiano en la medida en que la persona se desentiende de sus responsabilidades. Es un estado del que las personas no quisieran salir nunca e incluso en algunos puede ser adictivo.

Para muchos el trabajo los deja extenuados y por eso es tan importante las vacaciones, aprovechan para desconectarsen de todo lo que tenga que ver con el trabajo. Para algunos, el padecimiento se debe a que llegan de las vacaciones más cansados de lo que salieron. Esto se da porque no todos conciben este periodo como un espacio para el sosiego, sino que aprovechan para hacer en muy poco tiempo todo lo que el trabajo o el estudio no les permite.

Para que el cambio no sea tan brusco, los expertos coinciden en que lo mejor es destinar un par de días antes de ingresar para adaptarse al retorno, especialmente a los horarios de sueño. El periodo de acoplamiento dura por lo general entre tres días y una semana. Sin embargo, si este se prolonga, podrían existir problemas de fondo que impiden que la persona se sienta bien y que requieren atención especializada.

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