La cebolla, una gran medicina natural

Entre los alimentos con más virtudes y propiedades y de un gran uso, se encuentra la cebolla, esta además de ser un antibiótico natural, es diurética, digestiva y para las recetas de cocina ocupa uno de los primeros lugares.

Esta planta bulbosa debe sus propiedades terapéuticas a una sustancia llamado disulfuro de alilpropilo. Su esencia, que se esparce en el aire al cortarla o triturarla, tiene propiedades lacrimógenas. Contiene además diversos azúcares que se ponen de manifiesto, al freír largo rato: se carameliza.

Se destaca también, su buen contenido en vitamina C, B1, B2 y D. En general sus virtudes coinciden con las del ajo. Cruda, con aceite, prepara el estómago para la comida y también es digestiva. Pero, sobre todo, es diurética su mayor virtud.

Cocida es ligeramente laxante si se come en abundancia. A similitud del ajo, su principio activo se elimina por los pulmones y confiere una cierta halitosis al que la come.

Se le atribuyen, también, propiedades antirreumáticas, principalmente molida con simientes de pimienta y aplicada en forma de cataplasma envuelta en una hoja de repollo cocida.

Tiene un cierto poder antibacteriano y antiséptico, por lo que también se utiliza en casos de catarro o congestión pulmonar.

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