La Malarplastia o cirugía de los pómulos

Hoy en día muchas mujeres recurren a los tratamientos de cirugía estética, con el fin de versen mas bellas mejorando su apariencia física. Una de las intervenciones quirúrgicas que se esta imponiendo es la que realza los pómulos o técnicamente conocido como malarplastia, tiene como finalidad aumentar el tamaño de los pómulos. Con esta técnica no sólo conseguirás una armonía en tus rasgos faciales, sino también un efecto rejuvenecedor.

Cuando los pómulos no sobresalen suficientemente el rostro se ve opacado. Mientras que unos pómulos sobresalientes, a la vez que resaltan otras partes del rostro como los ojos o la boca, dan una sensación de juventud a la cara.

Una de las técnicas más comunes es insertar implantes de silicona rígida o gorotex, material más blando y flexible, a la altura de los pómulos. La malarplastia se realiza haciendo pequeñas incisiones en la boca desde donde se coloca las prótesis; de esta forma las cicatrices no resultan visibles. Esta operación se suele realizar con anestesia local con sedación y suele durar una hora.

Otra de las técnicas utilizadas para realizar una malarplastia es mediante infiltraciones de grasa propia. Normalmente se utiliza grasa extraída del abdomen del paciente para inyectarla en los pómulos.

Prácticamente no existe postoperatorio ni cuidados especiales después de la operación. En cualquier caso, siempre después de una cirugía se presenta inflamación, la cual suele disminuir con el paso de los días y desaparecer por completo a las dos semanas. Por ello, es recomendable que te apliques compresas frías en la zona intervenida y que evites el ejercicio físico durante un mes; debe ser tu cirujano quien te guíe en el postoperatorio.

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